Está emplazado en medio del cráter de un volcán de 150 kilómetros de longitud y 15.000 hectáreas de vegetación, lo que hace que, realmente, desconectes de todo.
Este magnífico
palacio, según cuenta la leyenda, fue construido por el rey de una
antigua civilización que viajó desde el norte de África para hacer de
este idílico valle su hogar. El palacio se conservó bien hasta que fue
destruido por un terremoto.
Devuelto ahora a su antiguo esplendor, este
singular edificio muestra orgulloso su fabulosa arquitectura y ofrece
opulentos alojamientos, exquisitos detalles de decoración y la mejor
cocina, junto con unas inmejorables instalaciones deportivas y de ocio.
Sin duda, alojarse en este hotel es lo más parecido a sentirse como un
rey.
The Palace tiene 338 habitaciones y está catalogado con cinco estrellas.
Los visitantes son recibidos por Shawu es una escultura en bronce a tamaño natural de un elefante que da la bienvenida a todos los huéspedes.
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